Cuando diseñamos un plan de negocio o un plan de marketing, el contenido de más difícil definición es el contenido estratégico. A lo largo del tiempo he podido comprobar cómo muchos planes de marketing carecían de un componente estratégico explícito.
Es verdad que casi todas las empresas poseen una estrategia, aunque gestionada de forma tácita, no explicita. Muchas veces me ha ocurrido, en diversas sesiones de coaching, que a la pregunta directa de ¿cual es la estrategia de tu empresa?, no obtengo una respuesta o la respuesta es pobre y escueta.
Este hecho genera tensiones en la gestión empresarial. La más importante es que al carecer de una estrategia explícita, es difícil identificar de forma rápida y ágil los problemas y las áreas de mejora, quedando muchos problemas ocultos. La segunda es que en demasiadas ocasiones, el equipo de dirección no cuenta con un marco de referencia, un lenguaje común para comunicarse con precisión sobre conceptos de estrategia. Muchas reuniones de dirección derivan con frecuencia en discusiones estériles que generan puntos de disenso en vez de en lugares de consenso.